jueves, enero 17, 2008

 

¿SE HAN INVENTADO LOS COCHES ECOLOGICOS?

La respuesta a esta pregunta es bien sencilla: los coches ecológicos no existen. Los coches no pueden hacer nada bueno por el medio ambiente, solo pueden hacer menos daño unos que otros. La Asociación Empresarial de Automoción y Maquinaria denomina "coches ecológicos" a aquellos que producen cerca de 120 gramos de dióxido de carbono por kilómetro recorrido y que están exentos de pagar el impuesto de matriculación, según la Ley que ha entrado en vigor el pasado 1 de enero.
La industria del automóvil ha tomado como bandera la protección de la naturaleza, a pesar de que, según la Agencia Europea de Medio Ambiente, el transporte por carretera es el responsable del 21% de las emisiones de gases de efecto invernadero en la UE.
Los fabricantes de coches están reverdeciendo sus eslóganes para hacerlos más atractivos para un público teóricamente preocupado por la naturaleza. En España, Renault ha lanzado su gama limpia Renault Eco 2, bajo los lemas "ecología al alcance de todos" y "paga menos por ser ecológico desde hoy".
Opel también ha añadido el prefijo Eco a uno de sus modelos clásicos, el Opel Corsa, ahora con el apellido ecoFlex. En la misma línea, Toyota presume de "tecnologías ecológicas" y Honda vende su modelo Civic Hybrid con el reclamo "por un planeta cada vez más limpio".
El concepto ecológico utilizado en vehículos no tiene sentido y sería razonable que se prohíba este tipo de publicidad, en esta línea está el Gobierno noruego, que ha prohibido, desde el 15 de octubre pasado, la utilización de palabras como "limpio", "ecológico" y "verde" en los anuncios publicitarios de los turismos porque esto puede llevar a hacer creer al comprador que también son bajas la emisiones de otros gases tóxicos como los óxidos de nitrógeno u otros contaminantes de los que nada se dice en las campañas publicitarias de los fabricantes de automóviles que solo hacen hincapié en la reducción de las emisiones de CO2, y es que son estos otros gases tóxicos los verdaderas responsables de la contaminación de las ciudades.
Las medidas emprendidas por el gobierno noruego abren una interesante vía contra la publicidad engañosa en el aspecto ambiental, el llamado “greenwash” que muy bien debería de extenderse a otros países y a todos los productos del mercado.
En nuestro país la Unión de Consumidores de España (UCE) ha denunciado hoy, durante la presentación del informe 'Publicidad y medio ambiente', el uso en la publicidad comercial de valores ecológicos en productos o servicios que no lo son, dando lugar a la confusión de los consumidores. El estudio analiza la publicidad de empresas de motor, viviendas, zapatos, transporte, sector energético y financiero, y señala que aunque algunos avances tecnológicos han conseguido disminuir la contaminación de determinados productos como los coches, no se puede vender como ecológico o beneficioso para el medio ambiente algo que es contaminante, por este motivo podrían considerarse publicidad engañosa. El estudio defiende la creación de un Comité de Certificación que califique si cada producto puede ser catalogado como ecológico o no, de esta manera, el consumidor será consciente de si el producto que está utilizando respeta o no al medio ambiente.
Los gobiernos y las empresas deberían de utilizar el discurso ambiental no para tranquilizar las conciencias sino para transmitir una auténtica percepción ecológica.

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