domingo, octubre 22, 2006

 

CONSUMO RACIONAL Y MEJORA AMBIENTAL



Racionalizar y hacer un buen uso del consumo energético da como resultado una reducción de la contaminación y, por tanto, un beneficio para el medio ambiente y nuestra salud.
A mediados de los ochenta los científicos empezaron a percibir cómo nuestro planeta, progresivamente, aumentaba su temperatura. La causa era la concentración de ciertos gases en la atmósfera, sobre todo de anhídrido carbónico (CO2) y la consecuencia de ese calentamiento se traduciría en graves repercusiones para los ecosistemas.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha certificado que el clima, no sólo se vuelve más cálido, sino también más inestable. Desde un punto de vista ecológico, la inquietud se fundamenta en las subidas del nivel del mar y en el aumento de las temperaturas, que probablemente incrementará los problemas de abastecimiento de agua y conllevará la extinción de numerosas especies de plantas y animales. La expansión de enfermedades infecciosas y la aparición de nuevas epidemias podrían ser otras consecuencias.

Combustibles fósiles.
Las investigaciones sobre el efecto invernadero concluyen que la fuente principal de emisión de los gases causantes de este fenómeno es la quema de combustibles fósiles, es decir, carbón, petróleo y gas natural. Sin embargo, estos recursos son necesarios y de lo que se trata es de explotarlos y consumirlos de una forma adecuada, para que podamos disfrutar de los beneficios que nos reportan.

Los cerca de catorce millones de hogares censados en España como residencia principal vierten a la atmósfera un cuarto de los gases de efecto invernadero. Cada familia es responsable de la emisión de más o menos 5 toneladas.

Para el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) es preocupante que, mientras que la industria ha conseguido controlar su consumo energético y reducir sus emisiones contaminantes en los últimos cinco años, la demanda energética de los hogares prácticamente se ha duplicado. Una encuesta realizada por la Confederación Española de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU) revela que sólo un 20% de los españoles hace todo lo posible para ahorrar energía, frente a un 80% que admite utilizarla de manera inadecuada.

El aumento de consumo se debe a la instalación de nuevos equipos pero también, por el mal uso que hacemos de la energía. Gestos como: Dejar luces encendidas en estancias vacías, no pulsar el interruptor del televisor para apagarlo o mantener durante horas el ordenador funcionando son suficientes para desaprovechar una enorme cantidad de energía. Por lo tanto, un consumo racional de los recursos energéticos es la mejor forma de ahorrar y de no contaminar el medioambiente.

El IDAE pretende aplicar un Plan de Acción que supone medidas de control en cuanto al consumo de energía no sólo para la industria, sino también para las explotaciones agrícolas, el sector comercial, de servicios y de transportes así como para los hogares. Se trata de aunar esfuerzos para cumplir el Protocolo de Kioto, que adjudica a nuestro país un margen de crecimiento de las emisiones de gases de efecto invernadero del 15% para el período 2008-2012 respecto a 1990, margen que España no sólo ha rebasado sino incluso más que duplicado.

Más limpio, más barato.
Además, el consumo desmedido de los recursos energéticos no sólo perjudica al medio ambiente y cuestiona la continuidad de la calidad de vida en el planeta, si no que también afecta negativamente al presupuesto familiar. De hecho, el gasto medio de las familias en energía ha crecido desmesuradamente en los últimos años, en gran parte debido al mal uso que se hace de ella.

Para reducir las facturas y, sobre todo, contribuir a hacer de la Tierra un mundo mejor y más habitable para todos, basta con aplicar unos cuantos principios de eficiencia en las actividades del día a día y en las decisiones de compra.

Para empezar, las viviendas de nueva construcción deberían incluir en la memoria de calidades, además de información sobre los acabados y las calidades de los materiales, datos sobre su “calidad energética”, es decir, las características de los cerramientos y acristalamientos, de los aislamientos (no sólo en los muros de separación con otras viviendas, sino también en los tabiques interiores, techos y suelos) y de los sistemas de calefacción, agua caliente sanitaria y aire acondicionado.

A la hora de equipar el hogar, sean cuales sean sus condiciones, siempre se puede racionalizar el consumo eléctrico mediante la sustitución de las bombillas incandescentes por lámparas de bajo consumo, tener presentes las necesidades reales y evitar comprar aparatos más grandes y potentes de lo necesario, además de observar la clasificación energética de los electrodomésticos.

De igual modo, y desde noviembre de 2002 es obligatorio que los vehículos tengan una etiqueta que refleje su consumo de carburante y las emisiones de CO2.

Comments:
Hola. Aquí estoy yo porque he venio...

Dos cosas. Mi space que te lo dejo como mi pagina web y una recomendación:

"Una verdad Incómoda"

Está en los cines ahora mismo

Saludos
 
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