EL BLOG DE QUECHU

El mundo de la tecnología avanza a un ritmo imparable. Cada año salen al mercado nuevos productos que ponen los dientes largos a más de un consumidor que, si su bolsillo se lo permite, no duda en cambiar de móvil, ordenador o reproductor de MP3. ¿Y qué pasa con sus antiguos aparatos? Pues se regalan a un familiar, se dejan abandonados en un cajón, o directamente se tiran a la basura.

Se calcula que cada año se producen en España más de 100.000 toneladas de basura electrónica (ordenadores y teléfonos móviles, principalmente), que si no se reciclan pueden suponer un problema grave para el medio ambiente por los componentes tóxicos que contienen.

Muchos dispositivos electrónicos actuales incluyen piezas de plomo, cadmio, cromo o mercurio. Todas estas materias, potencialmente peligrosas para el hombre y el ecosistema, son fácilmente separables por medios mecánicos y su proceso de reciclaje resulta relativamente sencillo. Aproximadamente el 70% de cada dispositivo puede ser convertido en materias primas aprovechables. Además, materiales utilizados en electrónica como cobre, oro (en muy pequeñas cantidades, eso sí) o plata son valiosos por sí mismos, ya que no abundan en la naturaleza.

Real Decreto
En agosto de 2005 entró en vigor el Real Decreto 208/2005 sobre Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE). Esta normativa obliga a los fabricantes, vendedores y distribuidores de estos artículos a hacerse cargo de la recogida, tratamiento y recuperación de los mismos. Desde la puesta en marcha de esta ley se han recogido, gestionado y reciclado más de 1,8 millones de kilogramos de residuos electrónicos, según datos de la Fundación ECOTIC, que integra a 176 empresas productoras e importadoras de dispositivos eléctricos y electrónicos.

Los ciudadanos son los que deben depositar sus viejos aparatos en centros de recogida específicos -los llamados Puntos Limpios municipales (en Málaga calle Hermanas Bronte, detrás de la ITV, polígono Guadalhorce), más de 800 en toda España- y a partir de ahí son los fabricantes los que deben hacerse cargo de todo el proceso de reciclado. De momento, sólo algunas comunidades autónomas disponen de plantas de reciclaje para este tipo de basura.

Los Puntos Limpios municipales están destinados a particulares y no a empresas. Recogen los aparatos de forma gratuita, aunque es necesario cargar con ellos hasta el lugar donde estén ubicados. Estas instalaciones están gestionadas por los ayuntamientos o empresas privadas designadas por éstos, que se encargan de llevar los residuos a las plantas de tratamiento.

Solidaridad electrónica
Una alternativa al reciclaje es la reutilización. Así, existen organizaciones sin ánimo de lucro que recogen ordenadores para destinarlos a proyectos educativos o enviarlos a otros países para enseñar las nuevas tecnologías a los más desfavorecidos.

Este es el caso de la Fundación Bi Bip, una ONG que centra sus esfuerzos en reducir la llamada “brecha digital”. Esta organización recoge ordenadores de particulares y empresas con las que mantiene acuerdos de colaboración, y los actualiza o repara para donarlos a proyectos solidarios que los soliciten. Todos los años la Fundación realiza una convocatoria pública para la cesión de equipos informáticos destinada a entidades sin ánimo de lucro.

Con los equipos donados se crean aulas conectadas a Internet, donde personas sin recursos o en riesgo de exclusión reciben formación en nuevas tecnologías para facilitar su integración social y laboral. La Fundación Bip Bip ha instalado hasta el momento 1.187 aulas de este tipo en toda España, de las que se han beneficiado 433.525 personas.

Otra organización que aprovecha los ordenadores que se quedan obsoletos es Telecomunicaciones Solidarias (TeSo). Al igual que la Fundación Bip Bip, TeSo repara y actualiza viejos equipos informáticos para entregárselos de forma gratuita a ONG u otras asociaciones que los soliciten. TeSo recibe ordenadores de particulares y empresas, pero tienen que ser como mínimo modelos Pentium 100 MHz o superior que deben funcionar o bien se puedan poner en marcha mediante una pequeña labor de mantenimiento. Asimismo, recoge lectores de CD, cables, impresoras, monitores, teclados, ratones y discos duros de al menos 800 megas.

Los móviles también se pueden reciclar de forma solidaria. La empresa Eurosource, dedicada al reciclaje de estos dispositivos y de cartuchos de impresora, desarrolla una campaña en la que por cada aparato usado que funcione y que sea donado para su envío a países del Tercer Mundo, entregará tres euros al Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).